TRAS LOS PASOS DEL MONTERROSAURIO - 10 microrrelatos

   A estas alturas de la película, es muy difícil encontrar a alguien que no haya oído hablar de “El dinosaurio” de Augusto Monterroso. 

   Pero más difícil es, creo yo, encontrar a un microrrelatista que no haya escrito –o al menos imaginado una minificción basada en el célebre microrrelato de don Augusto.
   
   Yo, al menos, sí lo he hecho.

   Pero, como hoy no se trata de hablar de mí, sino de mis microrrelatos preferidos, ahí os dejo 10 versiones de “El dinosaurio”, empezando, cómo no, con la auténtica, la genuina, la obra maestra del señor Monterroso.

   Espero que los leáis de un tirón.

   Al menos el primero.

   Un abrazo a tod@s, Javier Alonso García-Pozuelo.

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EL DINOSAURIO
Augusto Monterroso

   Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.




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LA DAMA CULTA
José de la Colina
   
  Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado "El dinosaurio".

   —Ah, es una delicia –me respondió–, ya estoy leyéndolo.


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CIEN
José María Merino

   Al despertar, Augusto Monterroso se había convertido en un dinosaurio. 

   «Te noto mala cara», le dijo Gregorio Samsa, que también estaba en la cocina.



 
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LA CONDENA
José Soto Molina

   Entonces el dinosaurio condenó a Monterroso a escribir la historia de 230 millones de años en seis letras. 


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OTRO DINOSAURIO
Eduardo Berti
 
   Cuando el dinosaurio despertó, los dioses todavía estaban allí, inventando a la carrera el resto del mundo.


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LOS DINOSAURIOS, EL DINOSAURIO  
Raúl Brasca

   Cada soñador (¿o habrá que decir durmiente?) tiene su dinosaurio, aunque lo común es que no lo encuentre al despertar. Soñadores impacientes despiertan siempre antes de que sus dinosaurios lleguen y dinosaurios impacientes siempre se van antes de que sus soñadores despierten. Lo admirable del cuento de Monterroso consiste en presentar el único caso en que el tiempo del soñador coincidió con la paciencia de su dinosaurio y la impaciencia de un considerable número de lectores.
 


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EL DINOSAURIO EDUCADO
Fabián Vique

   Cuando despertó, el dinosaurio le dijo: «Buenos días».


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EL DINOSAURIO
Hipólito G. Navarro

   El dinosaurio estaba ya hasta las narices.

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HORRORES COTIDIANOS
(La primera versión que escribió Augusto Monterroso)
David Roas
 
   Cuando despertó, el cobrador de la luz todavía estaba allí.




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EL COLMO DE UN NEURÓTICO
Jacobo D. Godínez
   
Para David Roas   

   Cuando despertó, el cadáver seguía allí, el ascensor atascado y, a su lado, doña Patrocinio, en bata y con rulos, repitiéndole una y otra vez que era clavaíto a Woody Allen.


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   Bueno, amig@s, si habéis llegado hasta aquí, es que de verdad os gusta el género de la microficción, así que os animo a leer alguno de mis microrrelatos pinchando el siguiente enlace: más microrrelatos.

   Hasta pronto, Javier Alonso García-Pozuelo.